de mujeres, San Salvador, El Salvador del 16 al 18 de julio de 2004
A los pueblos mesoamericanos, a los pueblos del mundo y en especial a las mujeres,
manifestamos:
Que reunidas en San Salvador, El Salvador, más de quinientas mujeres: indígenas, afrodescendientes, campesinas, sindicalistas, lesbianas, jóvenes, trabajadoras del sexo, con discapacidad, microempresarias, ambientalistas y cooperativistas; pertenecientes al movimiento de mujeres, al movimiento feminista y al movimiento social, provenientes de 20 países; unidas con el objetivo de fortalecer la articulación del Movimiento Mesoamericano de Mujeres Autónomo para la construcción de procesos económicos, sociales y culturales incluyentes, justos y sostenibles que garanticen el ejercicio de los derechos de las mujeres.
Desde una visión feminista, analizamos la violencia, la militarización, las violaciones sistemáticas a nuestros derechos económicos, sociales y culturales, profundizadas por la implementación de políticas neoliberales-patriarcales que promueven la impunidad, la pérdida de derechos y un creciente empobrecimiento de las mujeres.
Ante esta realidad, hicimos un balance crítico sobre nuestro quehacer, lo cual nos permitió repensarnos como sujetas políticas, visibilizando nuestra problemática desde nuestra diversidad como mujeres. Queremos dejar constancia que en la marginación, exclusión y pobreza generadas por el neoliberalismo, somos las mujeres las más afectadas.
De este análisis iniciamos la construcción de una Agenda Común Mesoamericana, cuyos
puntos centrales son:
1. Exigir la no ratificación, en los parlamentos de cada uno de los países centroamericanos, del Tratado de Libre de Comercio con Estados Unidos (CAFTA, por sus siglas en inglés) y Europa, por su impacto negativo y porque fomenta el sexismo, el racismo, la exclusión y el terrorismo contra las mujeres y recarga su trabajo reproductivo.
2. Exigir la no privatización de los recursos naturales y de los servicios básicos (salud,agua y educación) porque aumenta la feminización de la pobreza.
3. Promover la implementación de medidas que garanticen el acceso universal para
las mujeres a los servicios básicos y a la tierra y un medio ambiente saludable para
acceder a una vida digna.
4. Rechazar la militarización y los fundamentalismos religiosos que generan e incrementan la violencia dirigida hacia las mujeres.
5. Pronunciarmos contra la exclusión de las mujeres indígenas y afrodescendientes,
con capacidades diferentes, lesbianas y bisexuales; trabajadoras del sexo y mujeres
viviendo con sida.
Exigimos el reconocimiento de los pueblos indígenas y el respeto a su identidad cultural, a su territorio y biodiversidad (propiedad legítima de los pueblos
indígenas).
6. Exigir que se declare a Mesoamérica como una Zona de Desastre Humanitario
a causa del feminicidio. Asimismo, exigimos que el Movimiento Social retome como prioridad de su agenda la defensa de la vida de las mujeres.
Esta Agenda logrará completarse a través de nuestra propia articulación como mujeres
mediante la construcción de alianzas, movilizándonos de forma simultánea en Mesoamérica
y desarrollando procesos de comunicación y formación sobre la problemática priorizada,
fortaleciendo las diferentes identidades culturales y sexuales y haciendo cumplir a nuestros
gobiernos los convenios internacionales sobre derechos humanos, con énfasis en los
derechos de las mujeres.
Frente a los procesos de libre comercio e inversión, planteamos la alternativa de potenciar
nuestros mercados locales y la creación de redes de economía solidaria que
promuevan el consumo interno y la soberanía alimentaria.
Hacemos un llamado a todas las mujeres del mundo a unirse a esta voz de esperanza
por construir juntas un mundo más humano, más justo y con mejores oportunidades
para todas.
¡Porque una Mesoamérica con equidad de género es posible!
!No al ALCA!
¡No al TLC patriarcal e imperialista!
¡No al PPP y a sus megaproyectos!
¡No a la militarización, no más violencia!
contra las mujeres!
